Leve

Obras   

​

​

  

Exhibición 

Lugar   

Año   

Ceniza, madera, lija, barro, crin de caballo, son los materiales que elige Paula Subercaseaux; materiales engendrados en la naturaleza, dispuestos ahora sutilmente de manera que nos hacen recordar que son las fuerzas siderales las que crean en nuestro mundo a partir de las posibilidades singulares de los elementos.

 

En Mudar la piel se hace explícita la vulnerabilidad de aquello que no está enteramente conformado, o ya, irreversiblemente, en proceso de disolución; formas que vagan, espectros de cosas, restos de mar, el testimonio de una ausencia. Ánimos/Ánimas da forma también a esa ausencia: la ceniza y la lija negra dibujan sombras que son también pequeñas sombras de luz opaca. No hay ironía, no hay geometría, ni restos de arquitectura. En el video Leve, el fondo es negro y sobre él resalta la luminosidad de la ceniza, nieve de la infancia sobre el paisaje en miniatura dentro de la esfera de cristal, que cae y vuelve a levantarse, a la exacta velocidad del universo. Antes, en Maneras de Caer, tríptico dispuesto al fondo de la sala principal, es el barro el que cae dejando su huella en tableros pintados de negro. Una serena melancolía se desprende de estas piezas; el color de la arcilla, el movimiento de la caída nos remiten a la fuerza de gravedad y el actuar leve y silencioso de la luz.